Elaborador por: Guillermo Bernal Arias
Ingeniero Agrícola
Director Comercial – Línea Higiene Industrial
Los detergentes en espuma son formulaciones líquidas diseñadas para generar una capa densa y estable de burbujas que se adhiere fácilmente a superficies verticales o irregulares. Esta característica permite que los ingredientes activos actúen durante más tiempo sobre la suciedad, lo que representa una ventaja clara frente a los detergentes líquidos tradicionales.
Gracias a su estabilidad y capacidad de permanencia, los detergentes espumantes optimizan el uso del producto y mejoran la eficiencia en los procesos de limpieza industrial. Su formulación incluye componentes que facilitan la formación de espumas densas y duraderas, ideales en aplicaciones donde se requiere una acción prolongada sobre la superficie.
Estos productos no generan espuma por sí solos. Para obtener el efecto deseado, deben aplicarse mediante equipos especializados conocidos como espumadores.
Cómo funcionan los equipos espumadores
Los equipos más eficaces son aquellos que utilizan aire a presión. En ellos, la espuma se forma al atrapar aire dentro de una fina película líquida de detergente, lo que produce burbujas uniformes y estables.
Existen principalmente dos tipos de sistemas de generación de espuma con aire a presión:
- Espumadores con bomba de diafragma: La solución limpiadora se mantiene en un contenedor a presión atmosférica y se mezcla con aire mediante una bomba de diafragma. Esta impulsa la mezcla a través de una manguera y una lanza hasta la superficie. El resultado es una espuma de excelente calidad, aunque el sistema requiere el cambio periódico de los diafragmas como parte de su mantenimiento preventivo.
- Sistemas con tanque presurizado: La solución de lavado se almacena en un tanque presurizado. Al abrir la válvula de la lanza, la mezcla se desplaza por diferencia de presión. Este método genera espumas de alta calidad y demanda poco mantenimiento. Es esencial, no obstante, que el tanque cumpla con las normas de seguridad industrial, esté fabricado con materiales resistentes y anticorrosivos, y cuente con sistemas certificados de control y seguridad para el manejo de la presión.
Alternativas sin aire a presión
Cuando no es posible disponer de equipos con aire comprimido, puede recurrirse a hidrolavadoras o fumigadoras estacionarias que incrementan la presión de la solución limpiadora. Sin embargo, estas alternativas producen una espuma de menor calidad comparada con la obtenida mediante espumadores presurizados.
En estos casos, la espuma se genera por el cambio brusco de presión al salir el líquido del equipo hacia la atmósfera. El uso de boquillas especiales o el aumento de presión puede mejorar su formación, aunque no siempre existe una relación directa entre la presión aplicada y la calidad final de la espuma.
Aun cuando la densidad o estabilidad no son equivalentes, estas soluciones mejoran los resultados respecto al uso directo de detergentes líquidos.
Una herramienta para la eficiencia industrial
La implementación de detergentes en espuma, junto con equipos adecuados para su aplicación, se ha consolidado como una herramienta eficaz para reducir tiempos, esfuerzo, consumo de energía y riesgos asociados a las labores de higiene industrial.
Es importante recordar que estas tecnologías no sustituyen los protocolos de limpieza y desinfección establecidos, sino que los complementan, haciendo los procesos más seguros, eficientes y controlados.